Los abogados inmobiliarios se preparan para la nueva ley catalana de vivienda

El 30 de diciembre del año que acaba de terminar entró en vigor la ley 4/2016 del Parlament de Catalunya, aprobada en tan sólo dos meses desde su proyecto de Ley, por la consellera de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda, Meritxell Borràs, como medida de protección del derecho a la vivienda de las personas que están en riesgo de exclusión social como respuesta a la regulación de los puntos suspendidos por el Tribunal Constitucional el 29 julio de la Ley 24/2015 de medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética, declarada inconstitucional.

Esta nueva Ley implicará una mediación de carácter obligatorio y previa a cualquier vía judicial para las partes en conflicto, es decir, antes de que se interponga ningún tipo de reclamación administrativa o demanda judicial por parte de despachos abogados barcelona. Una vez notificado el acuerdo de inicio de mediación se contará con un plazo de hasta tres meses para alcanzar un acuerdo y si no ocurre así, cualquiera de las partes puede iniciar una demanda judicial o efectuar una reclamación administrativa.

Ampliación del derecho a la vivienda

Además, esta nueva ley no solo trata de suplir aquellos artículos suspendidos de la anterior medida legislativa, sino que también se ha aprovechado el trámite para ampliarla y añadir nuevos puntos que atiendan y garanticen el derecho a la vivienda. Entre las nuevas características de la nueva ley catalana de la vivienda, el gobierno catalán ampliará el número de poblaciones en las que hay oferta de vivienda social, ampliando a 234 municipios en vez de los 72 actuales. Asimismo, estos municipios implantarán la aplicación del impuesto a pisos vacíos de grandes propietarios con el que se espera recaudar más de 20 millones de euros.

 

La nueva normativa prevé multas de hasta 900.000 euros en los casos de infracciones muy graves, como en un supuesto caso de contar reincidentemente con pisos vacíos durante más de dos años y no ponerlos en alquiler.

El precio medio del alquiler a la ciudad de Barcelona aumentó un 8,05% en el primer semestre de 2016 respecto a los seis primeros meses de 2015, situándose en 767,96 euros mensuales. Son datos de la Cámara de la Propiedad Urbana de la capital catalana, que ha destacado que el 62% de los contratos se formalizan por debajo de 750 euros mensuales. La entidad también ha detectado que, mientras que durante 2015 el alza de precio de los nuevos arrendamientos se produjo en paralelo a la caída del volumen de contratos, en 2016 coexiste un incremento de contratación y de precios. El sector inmobiliario está considerado clave como indicador de la salida de la crisis, ya que fue una de las principales causas.

El número de contratos firmados en la ciudad de enero a junio fue de 20.196, un 3,81% más, rompiendo la tendencia a la baja de 2014 y 2015, con la excepción del distrito de Sant Andreu, que todavía no ha recuperado el volumen de contratación.